
Historia de la hojalata
La hojalata es un material que fue gastado en la antigüedad, asociado a los deseos de expansión de la humanidad, siendo su mayor desarrollo a lo largo del siglo XX.
Fue Estados Unidos el principal país que impulsó el desarrollo de la industria de la hojalata, pero tras el uso de envases metálicos para bebidas y el uso del aluminio provocaron una gran disminución en este mercado.
Sin embargo, en Europa supo hacer frente al declive de la industria modernizando sus empresas siderúrgicas para hacer frente a la utilización del aluminio.
Lo consiguieron realizando fusiones metalúrgicas que pudieron mantener su nivel tecnológico.
Proceso de fabricación de la hojalata
¿Cómo se produce la hojalata? El proceso de fabricación de la hojalata comienza con la producción del acero que parte inicialmente de mineral de hierro, carbones y fundentes.
Mediante procesos de reducción se elimina el oxígeno de la materia prima ferrosa y se obtiene hierro metálico en forma de arrabio.
Para reducir el espesor, los planchones se someten a un proceso de laminación en caliente.
De esta manera se obtienen bobinas de espesores entre 1.6 y 12.7 mm y anchos, estas medidas pueden variar dependiendo del ensanchamiento que se puede producir durante el proceso de laminación.
El proceso de decapado se ejecuta justo antes de la laminación en frío, el objetivo de este proceso es eliminar el óxido superficial que se pueda producir durante el enfriamiento de las bobinas.
El proceso comienza con la inmersión del acero fabricado en una solución de ácido clorhídrico calentado a unos 90ºC. Una vez el acero pasa por los tanques de decapado, se debe enjuagar en agua y secar con aire caliente.
El principal objetivo de laminar el material es reducir su espesor mediante el pasaje del material en rodillos a una temperatura ambiente, para que su trabajo sea más cómodo, tanto para obtener unas propiedades específicas como un acabado superficial del mismo.
Una vez se ha realizado el pasaje por rodillos a una temperatura ambiente el material queda desformado obteniendo una estructura demasiado frágil.
Por tanto, el proceso de recocido pretende devolver la estructura metálica ofreciendo las propiedades que se necesitan para su uso final.
Este proceso no pretende modificar las dimensiones del producto solo se modifica la estructura del acero.
Una vez la hojalata ha pasado por el proceso de laminación se corta a las medidas necesarias mediante una tijera de recorte lateral, la cual elimina los bordes dañados o con rebabas alcanzando el ancho final del producto.
Tras ser cortado a la medida necesaria el último proceso sería el estañado el cual protege la lámina de acero.
¡Y así es cómo se crea la hojalata! Interesante, ¿verdad?

Cómo se crea la hojalata
La historia de la hojalata empieza en el siglo XVIII, cuando la conservación de alimentos se convirtió en un quebradero de cabeza para los ejércitos, pero sobre todo para los marinos, ya que éstos se solían embarcar en viajes oceánicos que llegaban a durar meses e incluso años.
Nicolas Appert, francés de profesión confitero ideó una nueva técnica de conservación de alimentos en 1795, consistía en colocar los alimentos en un tarro de cristal cerrado herméticamente y hervirlo durante un cierto período.
Justo entonces otro francés, Philippe de Girard, marchó a Londres, con la idea de utilizar envases hechos de hojalata en vez de tarros de cristal.
Girard una vez en Londres se asociaría con el empresario inglés Peter Durand, el mismo que posteriormente en el 1811 vendería la patente a otro empresario británico, Bryan Donkin, ingeniero e inventor, quien inauguraría la primera fábrica de latas de conserva de la historia.
Qué es la hojalata y para qué se usa
La hojalata es un metal compuesto por un 99% o más de acero, siendo un producto compuesto esencialmente por este metal, el porcentaje restante pertenece a la capa de estaño con la que se recubre la lámina de acero.
Este material se emplea principalmente en la industria alimentaria, pudiendo ser utilizada en otros sectores, ya que los envases producidos en hojalata tienen grandes ventajas, entre algunas de estas podemos destacar la durabilidad y barrera de protección que nos ofrecen gracias a sus propiedades.
Además, se trata de un producto reciclable puede ser reutilizado y llegar a convertirse en el mismo producto durante un número ilimitado de veces.
No hay duda de que la hojalata ha cobrado gran relevancia en nuestro día a día desde que apareció, siendo uno de los materiales más usados en todo el mundo.
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